Amor - Una mirada desde la Torah
- Luis Alfredo De la Rosa
- 23 sept 2024
- 4 Min. de lectura
En un mundo donde el amor parece ser un tipo de religión, buscamos definiciones de esta palabra en todas partes. Encontramos conceptos como amor por el trabajo, amor por lo que haces, amor tóxico, etc.
En la Torah encontramos un significado un poco particular que quizás nos pueda ayudar y puede ser útil para entender el verdadero significado de amor.
Talmud nos enseña que: “la mujer salió de la costilla del hombre, no de los pies para ser pisoteada, ni de la cabeza para ser superior, sino del lado para ser igual, debajo del brazo para ser protegida y al lado del corazón para SER AMADA". Haciendo alusión a que luego de crear D-os a Adam, El le pide una costilla para crear a su pareja, y este le entrega su costilla para que D-os cree a Eva, su compañera de toda la vida, la mujer que era su complemento perfecto porque “venia de el”.
Rabbi Ginsburg de Jabad, habla que hay exactamente 42 usos de la raíz del verbo “AMAR – ACHAVA - אהבה” en La Torah.
Pero ¿Qué significa amar? ¿Qué entendemos por “Amar”?
Curiosamente hay 42 estaciones/viajes que realizamos el pueblo judío durante los 40 años que vivimos en el desierto. Estos Viajes realmente están destinados a ayudarnos a que comprendamos que lo que realmente estamos buscando es la Infinitud de El Creador, anhelamos la infinita bondad de D-os.
Una de las más hermosas Ilusiones de esta relación entre las 42 estaciones y el Amor, está relacionado con el valor numerico de “amor” es que si tomo la palabra amor y la divido en dos grupos de letras tal y como la famosa escultura de “Amor” en Jerusalem, Alef – Hei suman 6, y Bet y hei suman 7. Si multplico estos números (6*7) obtengo 42. Divido la palabra amor en dos grupos porque necesitamos de algo para amar. Si miramos el numero 13, la gematría (valor numérico) del amor, es el séptimo número primo y el valor de la suma de todos los primos hasta 13, que son 1, 2, 3, 5, 7, 11 y 13 juntos también suman 42.
La primera vez que se menciona la palabra amor en La Torah es en relación con Abraham cuando va a tomar a Isaac para sacrificarlo y allí dice que YH-VH le ordenó: “…toma a tu hijo, tu único hijo, a aquel que tú AMAS, Isaac…” vemos entonces que Abraham es el primer portador del amor, el es la primera vasija del amor, lo que encaja perfectamente con la concepción que tenemos de Abraham es el hombre de bondad amorosa (Jesed), él es la Encarnación del amor, de hecho hay una fuente llamada que escribe que todo el tiempo que Abraham estuvo en el mundo, la Sefira de “Jesed - bondad amorosa”, la vasija de la bondad amorosa de YH-VH no tenía que hacer nada, porque Abraham estaba llenando el mundo con amor mismo y todo el amor de Abraham se concentra en su amor por Isaac. Aca vemos que la forma original de Amor es el amor entre un padre/madre y un hijo.
Luego Isaac toma este amor, y la segunda estación del “Amor” es su historia. Leemos en La Torah que “…y lleva a Isaac a Rivka (Rebeca) a la tienda de su madre y ella es su esposa y él la ama y se consuela después de la muerte de su madre”.. entonces ese es un segundo tipo de amor, el amor que Isaac recibió de Abraham lo convirtió en amor por su esposa.
Isaac y Rebeca eran también estériles, y Isaac pide a los cielos por un hijo para su esposa y dice la Torah que sus plegarias fueron escuchadas porque pidió no para el sino para su esposa, no pidió para recibir sino para DAR.
Luego curiosamente el amor se divide en dos porque la tercera y cuarta vez en que se menciona al Amor están en el mismo verso y dice que “…Isaac amaba a Esav y Rebeca amaba a Yaakov…” entonces aquí vemos que el amor se dividió entre sus dos hijos entonces el amor que Isaac tenía se lo dio a Rebeca y ella le transfirió eso a Yaacov y después de eso Isaac tomó lo que creo que quedaba de su amor por Rivka y se lo transfirió a Esav. Es muy interesante hacer el ejercicio del Rab Ginsburgh sugiendo el camino por dónde viaja el amor en La Torah, hasta concluir que El Alma es la epítome del Amor de El Creador por su creacion, y El reside en nosotros como el Alma Divina.
Podemos entonces entender que la Torah nos muestra que el amor no se trata de una relación en la que buscamos recibir, contrario a la posición de las nuevas generaciones en las que se busca una pareja basado en que va a aportar el otro.
Adam solo podía recibir a Eva si estaba dispuesto a perder una parte de si. Abraham estaba dispuesto a sacrificar a su hijo amado, y de hecho lo hizo aunque al final D-os lo detuvo, por el Amor que le tenía a D-os. Isaac amaba a Rebeca y pidió a D-os pidió para dar a su amada, no para el. D-os, en el acto de amor más grande nos dio parte de su esencia, una chispa divina - nuestra alma.
Amor entonces, antes que tomar de una fuente, tomar de una persona para beneficio personal, esperar recibir del otro, es estar dispuesto a sacrificar y a entregar todo para beneficio del otro, es estar dispuestos a hacer todo por el otro.
Amor no es pasión, deseo, o atracción física por el otro, como mucho piensan, aunque esto sentimientos son esenciales en una relación de pareja. El amor implica construir, implica dar, implica dedicarse a el otro, dedicarse a conocerlo.
Cuando amamos buscamos entregar, decidimos entrar en una relación en la que estamos dispuestos dar todo de nosotros mismos por la otra persona.
Cuando amamos otorgamos un poder al otro sobre nosotros, porque esa persona conoce todo sobre nosotros, conoce nuestros secretos, conoce nuestras carencias, conoce nuestros miedos, nuestro pasado, y ambos renunciamos a usar ese poder para dañar al otro y preferimos utilizarlo para construir, para ayudarnos a crecer
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