El Deseo Puro!!!
- Luis Alfredo De la Rosa
- 10 dic 2024
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 28 dic 2024
Hace poco aprendí que el Deseo/Ratzon crea un Canal/Conducto (Tzinor) entre nosotros y la Fuente/Mekor (y este a su vez tiene el mismo valor numérico de Deseo/Ratzon)
Pero me surge una pregunta quizas obvia: ¿cómo deseamos? Y es que pedir es algo que se nos hace más sencillo aparentemente. Asociamos el pedir con el acto de “decir lo que queremos”….lo exteriorizamos. Pero para pedir, primero tiene que existir un deseo, tiene que haber una preconcepcion mental/cerebral de lo que estamos pidiendo.
Y si partimos del concepto que las palabras tienen poder, podemos entonces ver que la mente tiene un poder mucho más elevado que lo que decimos, por el simple hecho de que las palabras responden a una concepción mental que crea las palabras. Para pedir necesitamos hablar, para desear no necesitamos ninguna acción física, no necesitamos pronunciar una sola palabra!!!
Cuando pedimos, partimos de la base de que esa fuerza creadora que es capaz de otorgarnos todo es algo que existe fuera de nosotros.
Cuando deseamos, necesitamos solo visualizar….el deseo ocurre en la intimidad de nuestra mente. Cada imagen e idea que nuestra mente crea, moldea la forma en que experimentamos la vida, y al tiempo declaramos hacia el universo entero eso que deseamos.
De esta forma, cuando deseamos algo, ya sea éxito, prosperidad, una pareja, un hijo, amor, pero al tiempo pensamos que no lo merecemos o es muy difícil, estamos enviado un mensaje contradictorio a la Fuerza Creadora - Nuestra Fuente, y este último es el que prevalece. Si asociamos por ejemplo el éxito profesional y económico con problemas familiares, falta de tiempo para la pareja, hijos problemáticos etc y no queremos estos último en nuestra vida entonces inconscientemente ponemos un bloqueo a eso que deseamos.
Nuestra mente es un río de deseos, es un generador constante e incansable de ideas, así que estamos inconscientemente comunicándole a La Fuerza Creadora lo que deseamos en todo momento. Cuando tenemos ideas de gratitud, de amor, de felicidad, de éxito estamos deseando, e inconscientemente diciéndole a La Fuente, que queremos más. Pero lo mismo pasa cuando el deseo es desde la carencia y la negatividad.
Cuando alineamos nuestros pensamientos con lo que deseamos para nuestra vida, entonces comenzamos a transformar nuestra realidad desde adentro, desde la intimidad de nuestra mente.
Imaginemos que nuestra mente es como un espejo. Si sostenemos frente a ese espejo una imagen de necesidad y carencia eso se va a ver reflejado en el espejo y esa imagen se volverá en nuestra realidad. Si por el contrario sostenemos una imagen de abundancia y plenitud entonces esa imagen se verá también reflejada y se volverá en nuestra realidad.
La realidad es un efecto y no la causa de nuestras experiencias como muchos creen. Cuando vivimos en un estado de agradecimiento, felicidad y abierto a recibir “bendiciones”, entonces comenzamos a atraer cosas positivas a nuestra vida, comenzamos a vivir en el mundo de las “bendiciones y milagros”, y entonces nuestra realidad cambia como un efecto de nuestro estado de consciencia.

No
Esa Fuerza Superior, esa que en el judaísmo llamamos HaShem, esa que en el mundo de la Kabbalah se conoce como El Creador o La Luz Eterna, esta buscando constantemente darnos lo que deseamos, y lo que deseamos debe coincidir con lo que queremos para nuestra vida, de lo contrario no vamos a recibir. No podemos esperar recibir abundancia si estamos constantemente pensando en escasez o en carencias.
El Creador no está fuera de nosotros, no está separado de nosotros, para encontrarlo no necesitamos buscar en un lugar lejano a nosotros. Por el contrario el está dentro de nosotros, está conectado a nosotros a través de nuestra mente, en lo más elevado de nuestra Alma.
He aprendido de mi rabino que para hablar con El Creador, solo necesitamos cerrar los ojos, e imaginar que todo eso que deseamos ya es una realidad, no debemos pensar en el como, debemos visualizarlo, sentir que se siente vivir esa realidad que deseamos, y sentir la certeza, la confianza y la gratitud porque eso que deseamos está ahí. Este es el Lenguaje que El Creador entiende. El responde a vibraciones que son efecto no solo de las palabras sino también de nuestra mente, lo que muchos llaman frecuencia emocional.
Recordemos que NO es necesario sufrir o el dolor para alcanzar nuestros deseos, porque ellos está allí, disponibles para nosotros, solo debemos desear realmente, están disponibles para todos aquellos que tenemos una conversación íntima con el Creador visualizando lo que deseamos, no como alguien que ruega sino como alguien que agradece, no necesitamos convencerlo que quiera los mundo que nosotros queremos, necesitamos alienarnos con el para que eso que deseamos en nuestra mente se refleje en este mundo material.
Toda nuestra vida nos han programado a pensar de una forma equivocada, y nos han enseñado que debemos hacer esfuerzos extraordinarios para lograr lo que deseamos , que tenemos que trabajar hasta al cansancio para ganarnos lo que queremos.
Está mentalidad nos desconecta de nuestra verdadera esencia, nos separa de nuestra naturaleza. El Creador responde a un estado interno, a un estado de consciencia “divina”. Si vivimos en un estado de necesidad y carencia constante entonces eso es lo que vamos a atraer a nuestra vida…si por el contrario vivimos en un estado de gratitud, plenitud y certeza, El Creador reflejará eso de vuelta hacía nosotros. Necesitamos aprender a desear puramente, a desear con intención, es decir que nuestras emociones y pensamientos deben estar alineados con la realidad que queremos crear para nosotros.

La próxima vez que queramos pedir algo, cerremos los ojos y respiremos profundamente, tratando de visualizar lo que deseamos pero no como algo que está en el futuro, imaginemos que ya está aquí, permitamos que Esa visión despierte en nosotros emociones como gratitud, alegría, paz, certeza… digamos mentalmente:
“Gracias Hashem porque eso ya es mío”
Comments