El Mejor Amuleto Para el Mal de Ojo

La Kabbalah nos muestra que muchas veces el caos y el dolor que vivimos en el día a día proviene de el mal de ojo - “la envidia”. Pero nuestra concepción del mal de ojo no es siempre completa.

Muchos entendemos al “mal de ojo cómo una creencia sobrenatural en una maldición provocada por una mirada malévola” pero la Kabbalah nos enseña que generalmente es generada por la envidia. La creencia en el mal de ojo entre los humanos ha existido desde la prehistoria, y se han encontrado amuletos para protegerse contra él mal de ojo como el famoso “Ojo de Fátima”.

Los sabios nos explican que “el mal de ojo” no siempre es mal intencionado o malicioso, no siempre viene de una persona envidiosa o que busca hacernos daños, o cuya amistad o cariño hacia nosotros no es sincero.

Por el contrario, el mal de ojo muchas veces viene de personas muy allegadas a nosotros o cuyo cariño hacia nosotros es inmenso, personas que nos aman y nos apoyan.

El Zohar explica que el mal de ojo se genera cuando nosotros despertamos, a través de nuestra bendición y logros, el sentimiento de “carencia” de alguien, y esta persona no utiliza este sentimiento de carencia, ese dolor, para su crecimiento espiritual, sino que por el contrario interioriza ese sentimiento y lo nutre, deja que esa “carencia” lo afecte negativamente.

Esta energía negativa que despertamos o generamos a través de el mal de ojo en los demás, puede desde afectar nuestra paz, acabar con nuestra bendición o incluso llegar a acortar nuestra vida.

Muchas veces por ejemplo de forma no intencional compartimos el éxito de un negocio, un plan de viaje, la noticia de un embarazo con familiares y amigos. Estas personas, a pesar de su amor por nosotros, pueden sentir que esta situación es algo que ellos anhelan pero desafortunadamente ellos no fueron los bendecidos. Este sentimiento es un estilo de envidia cuando no es manejado de una forma positiva o correcta.

Debemos protegernos de nosotros poder despertar este tipo de sentimientos no intencionales en los demás, porque no solo nos afectamos a nosotros sino que afectamos a los demás.

Lo sabios nos enseñan que el mejor amuleto para el mal de ojo es ser celosos y selectivos de con quien compartimos nuestras bendiciones y siempre prosperar en la intimidad y privacidad, lejos de la palestra pública, no importa cuán feliz estemos de haber sido bendecidos.

Haciendo esto creamos una especie de coraza que repele el mal de ojo. Por el contrario cuando alardeamos de nuestras bendiciones sin recato, debilitamos esta coraza y permitimos que las energías negativas nos afecten y afecten la bendición.

Mantengamos nuestros logros,nuestras bendiciones y victorias siempre privadas, y compartámoslo en un círculo cerrado y limitado, lo que en inglés se conoce como “Need To Know basis”: contándole a la personas que estrictamente “necesiten saber” o los que necesitemos que nos apoyen o nos apoyaron y ayudaron a lograrlo.

Cuando recibamos las buenas noticias, cuando recibamos la bendición, pensemos y manifestemos que “Agradecemos Al Creador por habernos dado la bendición y por habernos permitido vivir ese momento” pero que al mismo tiempo le pedimos que proteja esa bendición de energías negativas, envidia y mal de ojo.