El poder del deseo
- Luis Alfredo De la Rosa
- 5 dic 2024
- 2 Min. de lectura
Constantemente escuchamos que “uno pide y el universo se encarga de dártelo.” Y aunque el principio que se está utilizando quizás pueda ser el correcto, puede que el origen desde el cual se arranca en la premisa está equivocado.
Y es que Pedir no es lo mismo que desear. Y debemos desear para poder recibir, y la fuente no es el “universo”, sino El Creador.
Si hay algo que Mi Rabino, Rab Meir David Cera, me ha enseñado es que en hebreo todo tiene un significado extra, un “secreto”.
La palabra para deseo en hebreo es Ratzon רצון, que curiosamente si utilizamos esas mismas letras pero en diferente orden obtenemos la palabra tzinor צנור que significa tubería, conducto, tubo. Es decir un conducto a través del cual fluye “algo”
Cada vez que tenemos un deseo puro, ya sea un negocio, riqueza, salud, un viaje, una pareja, un hijo…lo que sea que queramos, estamos creando una tubería a través de la cual estamos logrando que eso que deseamos fluya hacia nosotros.

Todos tenemos la capacidad de recibir todo aquello que deseamos, y no hay nadie (solo nosotros mismos y nuestras creencias) que pueda detener que eso fluya hacia nosotros.
Pero se preguntarán algunos ¿y de donde viene eso que fluye hacia nosotros? Pues la respuesta está en la misma palabra deseo - Ratzon.
Ratzon - רצון tiene el mismo valor numérico (ר=200 צ=90 ו=6 ו=50 346) de Mekor - (מ=40 ק=100 ו=6 ר=200) que significa “FUENTE”. Cuando tenemos un deseo puro nos conectamos a una fuente infinita de abundancia, nos conectamos a “El Creador”.
Si deseamos algo, deseémoslo con todo nuestro ser, y tengamos la certeza que eso que deseamos, ya es nuestro porque El Creador solo quiere darnos, y los únicos que podemos detener el flujo entre el creador y nosotros somos nosotros mismos a través de las dudas, los miedos y demás tipos de bloqueos.
Dejemos de pedir y comencemos a “desear”, porque cuando deseamos creamos un canal entre El Creador (la fuente) y nosotros, y El Creador quiere siempre darnos en abundancia.
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