Entendiendo la Ketubah
- Luis Alfredo De la Rosa
- 1 jun 2024
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 3 jun 2024
Una parte integral de todo matrimonio judío es la ketubah (el contrato matrimonial). En él, el Jatán (el novio) delinea su obligación hacia la Kalah (la novia), quien se convertirá en su compañera por el resto de su vida, con el favor de Hashem.
Las primeras líneas de la ketubah indican la fecha efectiva en la que se asumió la obligación. Para registrar de manera sucinta la fecha, la ketubah indica el día de la semana, el día del mes y el año según el calendario hebreo. Al escribir el día de la semana, que es la primera palabra de la ketubah, siempre se antepone el número hebreo del día con un beit.
Por ejemplo, el martes, tercer día de la semana, escribimos “bashelishi bashabbat” – “el tercer día de la semana” – y no simplemente “shelishi bashabbat” – “tercer día de la semana”.
La razón dada para esto es que así como la Torá comienza con un beit, como dice “Bereshit” – (בראשית) “En el principio” – de la misma manera, la ketubah también comienza con un beit. Curiosamente la palabra bereshit en Gematria mispar katan tiene el mismo valor numérico que Ahavat - amor. También las 7 vueltas que da la novia alrededor de la Jupah simboliza la creación del mundo en 7 días, que comienza Con “Bereshit bala Elohim et hashamaim ve-et Haaretz” (7 palabras)
Pero nos podemos preguntar, ¿cuál es el significado de comenzar la ketubah, al igual que la Torah, con una beit y no con Alef? qué mensaje puede estar oculto en esto?
El Midrash nos da una explicación :
“Alef es la primera letra del alefbet – pero beit es la primera letra de la palabra “baruch” – (ברוך) “bendito”.
El Midrash puede estar aludiendo a la Gematria. Por extensión, alef (1) puede significar preocuparse por una sola persona, uno mismo, y olvidarse de los demás. Beit tiene el valor de dos, simbolizando la convivencia, cuidar y llevarse bien con el otro.
La Torá comienza con un bet para enseñarnos que preocuparnos por los demás es baruj (la fuente de toda bendición), y que alef (preocuparnos sólo por uno mismo) es arur (con Alef), maldito, bloquea la bendición.
Esta también puede ser la razón por la cual la primera palabra de la ketubah comienza con la letra beit.
Hasta el día de la boda, cada posible cónyuge es un individuo que lleva su propia vida. Aunque cada uno siente admiración y cariño por el otro, el Jatan y la Kalah son dos personas, normalmente de dos ámbitos sociales, que desean entrar en el pacto de matrimonio (nisuim). Una vez que están juntos bajo la Jupá, el Jatan y la Kalah no dejan de ser dos individuos, pero ahora son dos personas unidas en un matrimonio a travez del amor(ahavat) para que su matrimonio sea un “binyan adei ad”. un hogar eterno y perpetuo.
La primera letra de la ketubah es un mensaje de importancia fundamental. Transmite al Chatan y Kallah el ingrediente secreto para asegurar que sus deseos se cumplan.
Siempre deben recordar que un matrimonio es una unión entre dos personas y la convivencia es la clave más importante para el éxito. Una persona casada nunca debe ser egocéntrica y egoísta y nunca pensar en términos de “yo”, “mí” o “mí mismo”, sino más bien en términos de “nosotros”, “nosotros” y “nosotros mismos”. Él o ella no debe calcular lo que es mejor para mí, sino lo que es mejor para nosotros.
Cuán ciertas son las palabras del Midrash. Alef, que es la letra hebrea del número uno, se escribe "arur", "maldito". La maldición más terrible es que la pareja en un matrimonio piense sólo en sus intereses egoístas. Cuando uno de los cónyuges no reconoce a su cónyuge como un socio igualitario y no se esfuerza por lograr lo que es beneficioso para ambos, el matrimonio está maldito y, Hashem no lo quiera, está condenado a la destrucción.
Cuando cada uno piensa y habla en términos de beit (dos), coexistencia y mutualidad, el matrimonio se corona con baruj (bendiciones infinitas material y espiritualmente).
Está prohibido que un hombre viva con su esposa, incluso por un corto tiempo, sin una ketubah. En caso de que se pierda o se destruya, corresponde contactar inmediatamente a un rabino y tener una ketubah sustituta. (ketubah de’irkasa – ketubah Que reemplaza a la pérdida) escrito (Even Ha’ezer 66:3).
Creo que nuestros Sabios no sólo se referían al documento físico, sino también al mensaje que implica implícito: En cada momento de nuestra vida debemos recordar que la clave del éxito y de un matrimonio feliz y bendito depende del “beit”: depende de que dos coexistan armoniosamente uniéndose en el amor y el respeto.
Comentarios