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Parasha Jukat - el Cayado y la Roca

Actualizado: 10 jul 2024


En esta Parasha leemos acerca de varios Hechos trascendentales para nosotros en el proceso de conquistar nuestro Eretz Yisrael.


Myriam y Aarón, después de peregrinar por el desierto por 40 años, mueren y con ellos desaparecen temporalmente ciertas bendiciones de las que gozábamos, las cuales estaban asociadas a ellos: La Roca deja de emanar agua, y las nubes que nos cubrían se desvanecen.



Moshe, después de desacatar una orden de Hashem (Golpear la roca en ves de hablarle para que brote agua de nuevo), es notificado por Hashem mismo que no podrá entrar a Eretz Yisrael.


Pero este último hecho, negarle la entrada a Eretz Yisrael a Moshe, la persona que hablaba cara a cara con El Creador del Universo, puede parecer un poco drástico y severo, después de todo, Moshe si le hablo a la roca pero la roca no brotó agua, y luego si golpeó la Roca. Parece que hay algo que no nos está diciendo la historia de la Torah.


En el contexto cronológico de la historia, sabemos que luego de la muerte de Myriam, sus hermanos Aharon y Moshe, estaban de luto y han tenido que sentir un dolor profundo.


Moshe y Aharon, estaban en su carpa haciendo el duelo por su hermana, que además era parte crucial de su equipo dentro de la misión de liderar espiritualmente al pueblo en su paso por el desierto, y escuchan una fuerte conmoción afuera.


Al salir de la carpa notan que el pueblo de Yisrael había quedado en un estado de Shock y de incertidumbre inimaginable: El Agua que brotaba de la Roca, luego que Myriam le cantara a la roca diariamente, se había secado. La gente, como de costumbre, busca a Moshe para que este les diera una solución a sus problemas.


Moshe, como es habitual, recurre a Hashem, su gran amigo y patrón. Hashem le dice, en palabras coloquiales, no te preocupes, tú vas a ir a la roca, le vas a hablar y el agua brotará de nuevo, y esto me santificará frente al pueblo.


Y este pasaje tiene un mensaje muy profundo que muchos no alcanzamos a entender…El poder de nuestras palabra es algo que no dimensionamos:


Hashem creó este mundo con el habla. Nuestras palabras tienen un poder tan grande que Moshe entendía, sabía y constantemente lo utilizaba. El abrió el Yam Suf con el habla, pidió a la tierra que abriera su boca y acabara con Koraj, con sus palabras.


Nuestra Tefillah (incluso la Amidah-18 benedicciones), por instrucción de nuestros sabios, debe ser hablada, no mental, porque ellos entendían el poder de las palabras. Muchos no entendemos que la Tefillah no es un simple recitar palabras, es un conectar nuestra mente, nuestros sentimientos, con palabras que no son más que vibraciones que salen de nuestras bocas y que tienen el poder, como toda energía, de afectar positiva o negativamente a nuestro entorno, y nuestro entorno más cercano es nuestra mente.


La palabra Tefillah (תפילה) viene de Lehitpalel (להתפלל) la forma reflexiva de la acción/verbo, pero esta acción dista de ser un acto de súplica o plegaria a D-os, o una acción donde intentamos cambiar o convencer a Hashem que me de o conceda algo que yo quiero o necesito.



El verbo Lehitpalel significa cambiarme a mí, tratando de yo quiera alinearme con Hashem, alinearme con esa Luz que es la fuente de toda las energías, La Luz Creadora de todo. Y cuando nos alineamos con la esa Luz , es entonces cuando mis palabras son capaces de crear o destruir mundos. Cuando pedimos por algo a Hashem, debemos pedirlo diciéndolo, hablándolo, vocalizandolo, no solo pensándolo. Si, debemos visualizarlo antes que nada, concéntranos en lo que queremos, debemos vernos a nosotros gozando de eso que pedimos, pero luego debemos materializarlo a través de la palabra, debemos pedir verbalmente por aquello que queremos, junto con el dar gracias porque eso se nos fue concedido.


Rashi nos enseña que Moshe, fue a la roca, le habló a la roca y el agua no salió. El pueblo comenzó a hablar contra Moshe, dudando de sus capacidades, y él escucha esto, se da la vuelta y les habla con odio, llamándolos “Rebeldes”, y con la misma rabia toma el Cayado y golpea la Roca, y el agua comienza a brotar.


El Abarbanel, nos explica que el error de Moshe no fue un simple golpear la roca, y que El Santo Bendito Sea utiliza esto como un distractor para evitar mencionar la verdadera desconexión de Moshe.


El Rebbe Shlitah nos muestra que la verdadera enseñanza está ahí pero muchas veces pasamos por encima de ella sin darnos cuenta. Y es que en esta situación vemos un contraste muy grande entre El Moshe líder espiritual inigualable que recibió la Torah “en la Cima del Monte Sinaí”, y un Moshe más humano, entrado en años, quizás cansado de lidiar con un pueblo quejumbroso por 40 años, enfrentando la muerte diariamente, y obviamente golpeado por la muerte de su hermana (esa misma que aún siendo una niña lo cuidó mientras su vida pendía de un hilo) en las caudalosas aguas del Nilo.


Este Moisés, en un momento de duelo, molesto con el pueblo desagradecido y que duda de su conexión con D-os, se descontrola, y de manera inusual los insulta y les habla con rabia, y a esto sumémosle que en vez de santificar a Hashem, por el contrario dice:


“Ahora escuchen, rebeldes, ¿podemos sacar agua para ustedes de esta roca?”


Tanto Hashem como el mismo Moshe supieron en ese momento que el Moshe del “Behar Sinai” necesitaba un relevo para liderar al pueblo en la entrada a la Tierra Prometida.


Curiosamente, la expresión de “Behar Sinai”  nos da una señal de esto. El odio o la rabia a la que Moshe sucumbió en un momento de debilidad, es la clave de todo.


La Kabalah nos enseña que los sentimientos de odio son una buena señal. La expresión Har - הר viene de Hirhurim - הרהורים= pensamientos, Sinai viene de Sin’ah - שנאה = odio. Entonces Har Sinai - Monte Sinai, puede leerse también como Pensamientos de Odio. Si vemos a los pensamientos de Odio como sentimientos que, manejados o canalizados de una forma correcta cuando estamos alineados y conectados con La Luz , podemos destrabar o despertar una conexión más grande con una versión más elevada de nosotros mismos y por ende con El Creador de los mundos. Es entonces cuando podemos transmutar esa energía negativa en algo positivo y revelar La Luz, “Recibir La Torah” por así decirlo. Torah viene de la palabra Or que significa Luz, y Hora’ha Guía.


La expresión “En la cima del Monte-Behar tiene el mismo valor numérico de Or-Luz (207). Cuando logramos estar encima, por arriba, de los pensamientos de Odio, encontramos la “Luz”. El entender que en momentos donde sentimos odio, no importa cuál sea la situación, tenemos la oportunidad de encontrar la chispa que va a encender La Luz, de eliminar la klipah (cáscara) y probar la dulzura de la “conexión con La Luz”.


Y ahí está quizás, nos enseña el Rebbe, el secreto de “el error de Moshe”. En ese momento, el se dejó llevar por los sentimientos de odio, y dejó de estar En la Cima del Monte Sinai - Por encima de los Sentimientos de Odio y decidío obedecer a su Yetzer HaRa, frente al pueblo que lo veía como un Guía Espiritual.


Pero justamente después es donde vemos la grandeza de Moshe. Por un momento de debilidad dejó de creer en el pueblo que el amaba y representaba. Si, Nos amaba, y eso no lo debemos dudar nunca. Y por eso estuvo dispuesto a dar un paso al costado y dejar que un nuevo liderazgo los guiara en una nueva etapa de su existencia, aunque eso significara que él no iba a entrar a la Tierra que D-os nos había prometido (incluyéndolo a Él), nos entregó la Torah que Hashem le había entregado a él… Si, a él y no a nosotros, y además estuvo dispuesto a morir solo en el desierto sin que nadie supiera dónde estaba su cuerpo, todo por el Amor que nos tenía.



Creo entonces que hay algo muy importante que rescato de esta Parasha, y me la llevo cómo enseñanza para la mesa de Shabbat y para la vida en general. El odio, la rabia, la ira son sentimientos muy poderosos, que nos pueden llevar a desconectarnos de gran manera de Hashem. Nunca debemos actuar guiados por ellos. No debemos hablar a nadie cuando estamos en estos momentos, porque nuestras palabras tienen un poder inmenso, y podemos destruir vidas con una sola palabra. Por el contrario si aprendemos a manejar estos sentimientos negativos y a transformarlos en algo que nos ayude a conectarnos con la luz, que nos ayudan a canalizar energías y saber que estos momentos en los que tenemos estos sentimientos son situaciones que están ahí para enseñarnos algo muy importante, son oportunidades de crecimiento únicos, entonces podremos despertar esa chispa que encenderá más nuestra luz, podremos estar en nuestro BeHar Sinai, estaremos listos para recibir La Luz que encontramos en la Torah.



Shabbat Shalom.


Elisha Ben Abraham
















 
 
 

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