Parasha Ki Tetze - El Reflejo de Nuestras Falencias.
- Luis Alfredo De la Rosa
- 13 sept 2024
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 13 sept 2024
Esta parasha (porcion semanal) de la Torah, es la que contiene la mayor cantidad de mitzvot (conexiones) de todas las parashot (74 en total) y las temáticas de estas Mitzvot tienen una amplia gama, pero en general inicia y termina hablando acerca de la batalla contra nuestros enemigos. La expresión Ki Tetze “Cuando salgas”, cuando salgamos a la guerra no se refiere solo a una batalla física contra nuestros enemigos, sino también a la batalla espiritual que tenemos contra nuestro Yetzer HaRa (nuestra inclinación a desconectarnos de la luz), una batalla que especialmente en este mes de Elul debemos dar con todas nuestras fuerzas.
Una de estas mitzvot versa:
“No verás que han soltado amarras el buey o la oveja de tu hermano, y no los ignorarás; sino que los devolverás a tu hermano”
Es decir no podemos, si somos testigos, pretender que no vimos lo que sucedía.
Causa curiosidad sin embargo que a pesar que está no es la primera vez que aparece en la Torah, tal y cómo todas las Mitzvot que están en Devarim - Deutoromio, la primera vez que aparece se refiere al “Buey o el Burro de tu Enemigo” (Parasha Mishpatim en el Sefer Shemot Capitulo 23, 4).
Si partimos de la premisa de que la Torah es Eterna, entramos en el cuestionamiento de: ¿Qué tan común es que en la actualidad alguien que conozcamos tenga en su casa un buey, un burro, o una oveja?¿Qué aplicabilidad tiene este precepto hoy en día?
En un plano superficial está nos podría hablar de nuestra responsabilidad de ayudar a encontrar el dueño de las cosas o simplemente devolverlas cuando las encontramos, o avisarle a la persona cuando vemos que está a punto de perder algo que le pertenece.
Los sabios de la Torah, sin embargo, nos enseñan que esta Mitzvah no solo está refiriéndose a un simple “encontrar el dueño de algo perdido” sino que también tiene un significado más profundo, un mensaje espiritual.
Aquello que el perdió y que le pertenecía, se refiere a una pérdida espiritual: perdió su felicidad, sus ganas de vivir, su forma de generar el sustento, su autoestima, su integridad espiritual, vemos que esa persona se encuentra completamente perdido en este mundo, no podemos pretender como que esto no es nuestro problema, no podemos pretender como quien no ve que está pasando y tenemos la obligación de ayudarlo, ya sea un hermano, un amigo o un enemigo.
Otra de las diferencias es la expresión “extraviado” cuando se refiere a nuestro enemigo y “soltar amarras” cuando hablamos de nuestro hermano
Es mucho más fácil devolver a un animal que encontramos extraviado que aquel que vemos que ha soltado amarras.
El Baal Shem Tov, Padre del movimiento Hasidico, explica que cada vez que vemos en los demás algo, cada defecto, cada confrontación grande o pequeña que vemos nuestro hermano, nuestro enemigo, nuestro amigo, es un reflejo de algo que estamos viviendo nosotros mismo, y El Creador nos los esta mostrando para que hagamos esta corrección…Es duro y difícil para nosotros ver nuestras propias falencias y defectos.
Entonces si veo que alguien ha perdido algo a nivel espiritual, que alguien se ha alejado de La Luz del Creador en algún aspecto, es una señal de algo que yo tengo que corregir, algo en lo que yo tengo que trabajar. Y dado que a un nivel macro todos estamos conectados, mi trabajo, mi cambio, mi corrección despertara en mi amigo, en mi hermano e incluso en mi enemigo, el deseo de cambiar y de corregir.
Acá también vemos que nuestra forma de ver y juzgar el defecto o el mal actuar de los demás será utilizado para nuestros juicios respecto de nuestras propias fallas y defectos. De ahí el precepto de no emitir juicio negativo contra los demás.
De ahí la importancia de hacer nuestro trabajo interior para el crecimiento espiritual, de manera que dejemos de ver y juzgar los defectos y falencias de los demas, y por el contrario nos enfoquemos en ver lo positivo y lo bueno en nuestros prójimos y, porque no, dejar de ser tan duros con nosotros mismos y comenzar a juzgarnos favorablemente. Debemos dejar de criticar y juzgar y ayudar a traer a todas esas personas que se han alejado y apartado del camino de La Luz del Creador.
Es fácil en la actualidad mirar a nuestro alrededor y dejarse llevar por ese sentimiento de que todo está “perdido” y que hemos “perdido las riendas” de estas nuevas generaciones y que nuestros hijos están “sueltos de amarras”. No solo está en nuestra capacidad, es nuestra responsabilidad traerlos de vuelta a su “Dueño”. Todos nosotros jugamos un rol importante y crucial en el bienestar de “La Creación” de El Santo Bendito Sea.
Shabbat Shalom.
א״ב״א
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