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Pesaj - Yetziat Mitzrayim

Pesaj año tras año, día tras día.


Estamos Ad Portas de festejar Pesaj, la festividad más importante del Calendario Hebreo. En esta fecha celebramos que Hashem (YH”VH) nos Sacó de Egipto, un país en el que habitamos y fuimos esclavos por 210 años!!!


Esta festividad muchas personas la comparan erradamente con La pascua Cristiana/Católica, y a pesar que el término nace de Pesach (paso) la pascua judía no es solo una festividad religiosa.


Leemos en la Torah que, para sacarnos de Egipto, El Creador castigó a los egipcios con 10 plagas, siendo la última la muerte de los primogénitos de todo Egipto, y el Ángel de D-os PASO por encima de las  casas de los Hijos de Israel y a diferencia de los egipcios, nuestros primogénitos no murieron.


El relato de este proceso está lleno de secretos innumerables, dignos de un estudio intenso y profundo. Sin embargo me quiero enfocar en un hecho bastante particular.


Para conmemorar este acontecimiento, todos los años en la primera y segunda noche del Seder de Pesaj, leemos de La Haggadah, un libro que recopila historias, relatos y bendiciones/oraciones acerca de la salida de Egipto.


Se nos instruye leerla, sin embargo, tendiendo presente que nuestro relato (Haggadah se puede traducir como “relato/narracion”) debe hacerse tal y como si viviésemos en esa época y fuésemos nosotros los que salimos de Egipto, y aquel que se excluya a sí mismo de haber salido, se nos dice debe considerarse como un malvado, que si hubiese estado vivo en esa época El Ángel de D-os no lo hubiese salvado y hubiese seguido en la esclavitud.


Para muchos puede sonar algo raro, pero igual cumplen con la orden de conducir la narración tal y como si fuera algo actual sin el saber el significado real.


Pero creo yo todo debemos no solo leerlo así “porque así se nos instruye”, sino que deberíamos preocuparnos por entender el porqué.


Y es que la “Historia de Pesaj” no es una simple historia de cómo Hashem nos sacó de Egipto hace miles de años. El Yeztiat Mitzrayim (La salida de Egipto) tiene una relación más profunda y real con nuestro proceso de vida que con un suceso histórico de nuestro pueblo.


No hay otro suceso dentro de toda la Torah que leamos y recordemos todos los días de nuestra vida, varias veces al día y sea tan fundamental para nuestros rezos/conexiones diarias. Todos los los días recordamos que “Anoji ADoNa-Y Eloe-cha, Asher Hotzeiteja Me-Eretz Mitzrayim Mi-Beit Avadim”- Yo Dios soy Tu Dios que te saco de la tierra de Egipto, de la casa de la esclavitud. Este precepto es incluso el primero del los mal llamados 10 mandamientos.


Curiosamente este precepto no solo nos dice que Hashem es Nuestro D-os, sino que Nuestro D-os nos Saco de la Tierra de Egipto.


Y es aquí donde quiero detenerme. Que conexión existe entre que debamos leer del relato de Egipto como si nosotros, y no nuestros ancestros, hubiesemos salido de Egipto, y que Hashem se identifica como el D-os que nos sacó de “Egipto-La tierra de la esclavitud”, y además este suceso se convierte en parte esencial de nuestros rezos diarias.


Y la respuesta está en la expresión: Me-Eretz Mitzrayim Mi-Beit Avadim- La Tierra de Egipto, la casa de la esclavitud.



Egipto en hebreo se dice Mitzrayim, y siempre que decimos Mitzrayim nuestra mente la asocia con El País Egipto 🇪🇬. Pero la Torah, tal y como le hemos hablado antes, no es solo un recuento de historias, sino también un Manual de Crecimiento Almático/espiritual. Mitzrayim (מצרים) viene de la palabra Metzar (מצר) que significa límite. Cuando la Torah menciona Mitzrayim está hablando de los Límites.


Cuando se nos ordena “Salir de Egipto” en Pesaj, y leerlo como si fuésemos nosotros los que salimos, la Torah nos está instruyendo abandonar nuestra limitaciones. Nuestras limitaciones nos gobiernan, nos controlan; tal y como lo hacía El Faraón, nos volvemos “esclavos” de nuestras “limitaciones”, somos esclavos de lo que nuestra mente crea que somos capaces o no de hacer.


Dichas limitaciones pueden ser mentales, emocionales o espirituales, pero sea cual sea  se nos ordena liberarnos de ellas, debemos vencer a nuestro “faraón”, acabar con todo aquello que nos limita. Egipto no es un lugar físico, sino un estado mental de limitación, un estado de miedo.


Cuando entendemos que Nuestro D-os, es aquel que Nos sacó de Egipto de la casa de la esclavitud, comprendemos que no salimos de un lugar físico cuando nos acercamos a D-os, sino que cuando decidimos unirnos al Creador, ser uno con La Luz, controlamos nuestra mente, logramos vencer a nuestras limitaciones, matamos a nuestro faraón, dejamos de ser esclavos de nuestras limitaciones.


Y esta lucha, no es una lucha de algo en el pasado, o de una vez al año. Todos los días de nuestra vida, en cada momento que nos queramos conectar a La Luz, debemos recordar que tenemos que olvidar a nuestras limitaciones (nuestro Egipto), abandonar las creencias que no somos capaces, vencer nuestros miedos…solo así podemos salir de la esclavitud.


Incluso en el momento donde estemos a punto de darnos por vencido porque creemos que hay un “mar” entre nosotros y nuestra libertad, y miremos hacia atrás y pensemos que “quizás ser esclavos no era tan malo”, busquemos a D-os, unámonos con La Luz, tengamos no solo Emunah-Fe, sino también tengamos Bitajon - Confianza Plena, atravesemos El Mar, y es ahí, cuando comenzamos a creer en Nosotros, que no habra ningún mar, no habra ningún desierto que se interponga entre nosotros y nuestra libertad.


Shabbat Shalom.

 
 
 

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