Rosh Hashanah Y Yom Kippur
- Luis Alfredo De la Rosa
- 15 mar 2024
- 3 Min. de lectura
Meditando acerca de las Fiestas Altas quise sacar un espacio para reflexionar acerca del significado de estas.
Muchas veces escuchamos la expresión “El Círculo/ciclo de la vida”, ese “principio” que nos dice que todo vuelve a su origen, toda vida comienza y termina y ahí donde termina una comienza la próxima.
Para el judaísmo este proceso “natural” está errado. Nuestra vida solo tiene sentido cuando somos mejores personas, y si en el próximo año iniciamos ahí mismo donde terminamos entonces nuestro año fue improductivo, no crecimos, no mejoramos.
Por el contrario, nuestros procesos deben ser elípticos, asumiendo cada año nuevos compromisos y retos que nos lleven a ser mejores personas.
Se nos instruye que al final de cada año, debemos hacer un recuento del año que termina y cómo nos fue respecto de nuestros compromisos, verificando si fuimos capaces o no de cumplirlos…hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance para cumplirlos o no?
En Rosh Hashanah se nos pide también ser más rigurosos en tres aspectos de nuestra vida: rezo/oración (Tefilah) arrepentimiento (Teshuvah) y Caridad (Tzedakah):
Pero si miramos estás tres palabras en hebreo tienen un significado más amplio y profundo.
La palabra Teshuvah (arrepentimiento) viene de Tashuv, que significa regresar. Regresar a la esencia de lo que siempre fuimos y de donde vinimos. Comenzamos la vida con un corazón y un alma pura y divina. Debemos entonces hacer todo lo posible para regresar a esa divinidad acercándonos a la Fuente Divina (Adonay Ehad).
A diferencia de otras creencias, en el judaísmo se nos enseña que NO nacemos en el pecado, nacemos con un alma pura. Aceptemos que errores hemos cometido, corrijámoslos, y crezcámos. No somos pecadores por esencia, solo nos perdimos en el camino. Hagamos lo que está en nuestra manos para acercarnos más a casa, acercarnos más a D-os.
Tefilah la entendemos como oración o rezo, entendiendo que debemos repetir ciertas oraciones y pedir una lista de cosas que queremos para nosotros y para los demás. De hecho D-os requiere del rezo y debemos pedirle a D-os lo que queremos y agradecerle. Pero acto de hacer Tefilah se describe en el reflexivo “lehitpaleil”, juzgar o analizarse a uno mismo, de manera de conectar con D-os a través de la autorreflexión. Atarnos y Conectar con D-os como una relación de dos personas amigas (como lo explicaba en nuestro estudio diario Rav Meir David de Beit Rakiya).
Hacer Tefilah es conversar con D-os como con un amigo que está dispuesto a dar todo por ti, que está preocupado por tu bienestar y que está presto a ayudar en todo momento. D-os es ese amigo que está dispuesto a escuchar todo lo que tú sientes y lo que piensas y que SIEMPRE te va a ayudar. Escuchaba a una persona que se ha convertido como en mi protector en este proceso de acercarme a mi esencia, decir que para D-os es lo mismo cuando uno pide por un alfiler que cuando uno pide por un barco entero, entonces para que pedir por un alfiler. Nuestro AMIGO todo lo puede. Conversemos y conectemos más con D-os.
Aunque muchas veces entendemos la Tzedakah como caridad, no solo es caridad. La palabra vienen de Tzedek que significa es justicia. La Tzedakah tiene más que ver con hacer lo correcto. Si D-os nos bendice con todo lo que tenemos, entonces lo justo es devolver una porción de todo lo que D-os nos da.
En Hebreo la expresión utilizada para dar es Venatanu ו נ ת נ ו , un palindromo, es decir se lee igual de derecha a izquierda que de izquierda a derecha. Podemos entender que de la misma forma que damos, todo lo que damos regresa a nosotros. Y no solo refiriéndose a dinero sino a todo.
Debemos comenzar a dar para recibir, debemos de la misma forma en que pedimos y recibimos, dar lo que recibimos. Cambiemos nuestro chip de ser receptores
Y convertirnos en dadores.
GMAR JATIMA TOVA - que tengamos un buen sellado final.
Comentarios