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Terumah: Elevando ElAlma y Construyendo Nuestro Santuario

Actualizado: 4 mar

En Esta porción semanal, leemos la Parashá Terumah. La palabra "Terumah" (תְּרוּמָה) aparece, cuando HaShem nos ordena traer donaciones para la construcción del Mishkan – El tabernaculo. HaShem ordena a los Hijos de Yisrael que recojan una ofrenda voluntaria (terumah) de oro, plata, cobre y otros materiales preciosos para la construcción del Mishkán, el Tabernáculo, un santuario portátil donde la Presencia Divina habitaría dentro del pueblo. Se dan instrucciones detalladas para construir el Arón HaKodesh (el Arca Sagrada) que contendrá las Lujot HaBrit (las Tablas del Pacto), la Menorá de oro puro con siete brazos, y la Shulján (Mesa) para los panes de proposición. También se describe el Mishkán mismo: su estructura, cortinas, tablas y cubiertas, junto con el Mizbéaj HaNejoshet (altar de cobre) donde se traerán las ofrendas. HaShem establece medidas precisas y materiales específicos para cada elemento, asegurando que la construcción refleje un modelo celestial. HaShem ordena a Moshe que cada varón mayor de 20 años contribuya con medio shekel como una ofrenda obligatoria, representando igualdad entre ricos y pobres en el servicio espiritual.


El concepto de dar para crear un canal de bendición



Y lo primero que debemos analizar es el significado de esta palabra: Terumah significa literalmente: "ofrenda elevada", pero su profundidad es mucho mayor cuando analizamos su gematría, estructura y relación con la abundancia y la espiritualidad.

 

La raíz de Terumah es רום (ROM, רוּם), que significa elevar, exaltar, levantar. Esto nos enseña que la verdadera esencia de una ofrenda no es solo dar algo material, sino elevarlo espiritualmente, transformando lo físico en algo divino. En el contexto del Mishkan, las donaciones no eran simples regalos, sino que representaban la transformación de lo material en algo Kadosh - sagrado. Esto también aplica a nuestra vida: cuando damos con intención pura, elevamos nuestra realidad y atraemos bendiciones.

 

Si partimos de la premisa que la que la Torah es un código matematico de mensajes ocultos, vemos que hay un mensaje muy bonito en esta palabra cuando analizamos su gematría: Terumah tiene un valor de 651. Hay una frase muy interesante al principio de Bereshit,

 

Vayomer Elohim Yehi Or" (וַיֹּאמֶר אֱלֹהִים יְהִי אוֹר) - Y dijo Elohim: Que Sea la Luz!!! (valor numérico de 625)

 

La diferencia entre 651 y 625 es de 26, el valor del Nombre de HaShem (יהוה). Esto indica que el vínculo entre "Vayomer Elohim Yehi Or" y "Terumah" es la Presencia de HaShem, que transforma la Luz abstracta y oculta, en una Luz manifestada y visible en el mundo físico a través de las acciones humanas. Ambas representan la manifestación de la Luz en el mundo físico… "Vayomer Elohim Yehi Or" es la primera revelación de la Luz primordial en la Creación. "Terumah" es el acto de elevar la materia para canalizar la Luz divina en la construcción del Mishkan - Tabernaculo.

 

El concepto de Terumah está ligado al flujo de Shefa (שפע, "abundancia") en el universo. La Kabalah enseña que la abundancia proviene de los mundos superiores, pero debe ser canalizada correctamente para manifestarse en este mundo. Terumah representa el acto de dar primero, activando la Ley Espiritual de la Abundancia: Cuando damos con amor y desapego, abrimos las puertas para recibir más. Esto se relaciona con el concepto de Maaser (diezmo), que activa el flujo del dinero y la bendición.

 

Según el Rabino Isaac Luria, el Arizal, la Teruma -La Ofrenda, es una corrección del error del Árbol del Bien y del Mal. En la caída de Adam, el mundo físico quedó en un estado de klipot (cascarones  de impurezas espirituales). La única manera de liberar la Luz atrapada es separando lo Divino, lo Santo (Kadosh) de lo Mundano (Jol). Dar Terumah (ofrenda), dar Maaser (diezmo), dar una tzedakah (Caridad), no solo es entregar dinero o bienes, sino ofrendar nuestro ego (Yeshut), nuestra voluntad (Ratzon) y nuestro esfuerzo a HaShem… cada vez que damos estamos elevando las chispas divinas de eso material que damos y estamos construyendo nuestro Templo…cada vez que damos el Maaser (diezmo) no estamos entregando algo fisico, sino que también estamos creando un canal (Tzinor) de Luz (Or) y abundancia para nuestras almas.

 

Hay algo muy curioso dentro de las instrucciones de la Terumah.

 

“Habla a los Hijos de Yisrael y tómales una ofrenda (Terumah); de todo hombre cuyo corazón lo motive (אֲשֶׁר יִדְּבֶנּוּ לִבּוֹ), tomaréis mi ofrenda.” (Shemot 25:2)  

 

Este Pasuk (versículo) nos enseña que la donación para el Mishkan no debía ser forzada ni impuesta, sino que DEBIA, TENIA que provenir de la VOLUNTAD Y GENEROSIDAD DEL CORAZÓN. Esta idea encierra profundos significados espirituales.

 

Según la Kabalah, cuando vemos la palabra CorazonLev en hebreo no nos referimos solo al órgano físico, sino que estamos hablando de El centro desde donde emanan la voluntad y los deseos internos…el corazón es el asiento de la conciencia y la conexión con lo divino.

 

La Gematría de Lev es (לֵב) = 32, que representa a Los 32 senderos de la sabiduría (נתיבות חכמה) en la Kabalah. Las 32 veces que se menciona "Elohim" en el primer capitulo de Bereshit, nos indica que el corazón es un reflejo de la estructura del universo. La conexión entre Lev – Corazon, con Terumah es que dar con el corazón es un acto de alineación con la sabiduría divina y el propósito de la creación.

 

Cuando sentimos resistencia a dar, es porque el ego se interpone. La Kabalah nos enseña que el ego es la ilusión de separación. Al dar, disolvemos esta barrera y nos unimos a la Luz. En cada acto de generosidad y en cada intención de dar, creamos una vibración de abundancia en nuestras vidas. La energía de la abundancia fluye cuando damos con intención pura. Al compartir lo que tenemos, transformamos lo material en un recipiente (Keli) para la Luz de HaShem. Esto está relacionado con el concepto de tzedaká en la Kabbalah, donde el acto de dar genera protección y expande la bendición en la vida de la persona

 

 El Significado del Medio Shekel (מחצית השקל - Majatzit HaShekel)

 


El medio shekel era una contribución obligatoria que debiamos dar para el mantenimiento del Mishkan y, más tarde, del Beit HaMikdash:


“…cada persona de 20 años o más entregue medio shekel de plata como expiación y señal de unidad…”

 

No se pedía un shekel completo, sino medio shekel. Esto nos enseña que nadie es completo por sí solo. Cada persona necesita a los demás para alcanzar la plenitud. Simbólicamente, esto refleja que nosotros solo logramos nuestro propósito cuando estamos unidos como un solo cuerpo espiritual.

 

La Torá dice: "Esto darán... para expiar sus almas"… El medio shekel simboliza el esfuerzo del ser humano en rectificar su alma y elevarse hacia la Luz Divina. En la Kabalah, se explica que el medio shekel representa el trabajo del hombre (su esfuerzo espiritual), mientras que el otro "medio" proviene de la ayuda de HaShem.

 

El Tabernaculo Es Un Reflejo Del Cosmos y De Nosotros.

 


Y si cuando nos referimos a Terumah, no estamos hablando de exclusivamente el acto físico de traer algo, sino de algo espiritual, o cuando hablamos de Corazón no nos referimos exclusivamente al órgano físico, entonces, cuando hablamos del Mishkan, quizás no nos referimos exclusivamente a un lugar físico…y tiene mucho sentido entender esto ya que leemos que:

 

"Veasú li Mikdash, veshajanti betojam" – "Y harán para Mí un Santuario, y residiré dentro de ellos" (Shemot 25:8).

 

La Torah NO DICE "dentro de él", DICE "DENTRO DE ELLOS", enseñándonos quizás que el Mishkan no es simplemente un espacio físico. HaShem Lo Es Todo, El no necesita de un espacio físico donde Habitar, sino que cada persona, cada uno de nosotros puede y debe ser un Santuario viviente.  Según la Kabalah, la creación del Mishkán refleja el concepto del tzimtzum—la contracción de la Luz infinita de HaShem para permitir la existencia del mundo. El Mishkán no era solo una estructura física; según la Kabalah, representaba el modelo del universo, el cuerpo humano y el alma humana. 

 

El Mishkan como Modelo del Hombre (Olam HaKatan)


 

El Mishkán no era solo una estructura física; según la Kabalá, representaba el modelo del universo y el alma humana. Por ejemplo, El Arón HaKodesh simboliza la mente y la sabiduría divina dentro de nosotros. La Menorá representa el alma y la luz del conocimiento. El Shujan (Mesa) con los 12 panes simboliza la bendición en el sustento material. El Mizbéaj (altar) es el corazón, donde la pasión y los deseos se refinan a través del fuego del servicio a HaShem.


Cada persona es un “Mishkán” viviente. Debemos cuidar nuestros pensamientos (Arón), refinar nuestras emociones (Mizbéaj), iluminar a otros con sabiduría (Menorá) y mantener la pureza en nuestras acciones (Shulján).

 

El Mishkan y la Conciencia Humana

 


El Zohar nos ensena que El Mishkan tiene una profunda conexion con nuestra alma y nuestra consciencia.

 

El Kodesh HaKodashim, El Santo de los Santos, es nuestro Supraconsciente (על מודע - Al Mudá) y representa a la Yejidá (יחידה - Unidad Absoluta). El supraconsciente es la fuente de inspiración, intuición y revelación. Es el nivel donde el alma está en contacto con La Luz, más allá del tiempo y el espacio. Cuando meditamos o entramos en estados de contemplación profunda, podemos acceder a este nivel de conciencia y recibir intuiciones o visiones que nos guían en nuestra misión en la vida.

 

El Kodesh, El Santuario Interior, es la Luz de la sabiduría. A nivel almatico nuestra Neshamá (נשמה - Intelecto Divino). Representa a nuestro Consciente (מודע – Mudá), El consciente es la mente lógica, analítica y racional, donde procesamos información, tomamos decisiones para luego ejecutar acciones en el mundo físico. En la estructura de las Sefirot, esto se relaciona con Jojmá, Biná y Daat (sabiduría, entendimiento y conocimiento), que representan las funciones cognitivas superiores. Debemos utilizar nuestra mente consciente para refinar nuestros pensamientos y elegir cómo reaccionamos ante la realidad.

 

El Atrio Exterior (חצר החיצונית - Chatzer HaChitzonit), simboliza a Ruaj (רוח - Emociones y espíritu). En términos de conciencia, este nivel corresponde al Subconsciente (תת מודע - Tat Mudá) la parte de la mente donde se almacenan nuestras creencias profundas, emociones reprimidas y patrones de conducta. El subconsciente es el motor oculto de nuestra vida. Está compuesto por experiencias pasadas, traumas, miedos y hábitos automáticos. Desde la perspectiva kabalística, es el nivel donde ocurren los tikunim, es decir, las correcciones espirituales que venimos a trabajar en esta encarnación. Se relaciona con El Zeir Ampin, que representan las emociones y las dinámicas de transformación interna. Para transformar nuestro Subconsciente personal, debemos trabajar en la reprogramación de este. Esto se logra mediante la introspección, la meditación y la práctica de mitzvot que nos ayudan a sanar nuestras emociones y corregir nuestros patrones negativos.

 

Por ultimo encontramos el Machané Yisrael (מחנה ישראל - Campamento de Yisrael) que a nivel de consciencia representa a nuestro Inconsciente (לא מודע - Lo Mudá) y a nivel almático a nuestro Néfesh (נפש - Vitalidad e instintos) la Fuerza de la acción, hábitos y pulsiones instintivas. El inconsciente es el nivel más profundo y oculto de la mente, donde residen los aspectos más primitivos, los traumas enterrados y las fuerzas reactivas. En la Kabalah, este nivel se asocia con el concepto de Klipot (cáscaras), que representan las capas de ocultamiento que bloquean la Luz divina. Las Klipot son los velos que distorsionan nuestra percepción y nos hacen actuar desde el miedo, la inseguridad y la desconexión. Se relacionan con la Sefirá de Maljut (reinado), que representa la manifestación final de la realidad, pero también crea la posibilidad de caer en la ILUSION de la separación de la Luz.

 

Cada nivel de conciencia tiene un propósito en nuestro crecimiento espiritual. La Kabalah nos enseña que nuestra misión es integrar estos niveles, uniendo lo más elevado con lo más terrenal, para revelar la Luz de HaShem en todos los aspectos de nuestra existencia.


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En conclusión podemos ver que hay una relación profunda entre La Terumah, la Ofrenda, y la Construccion del Mishkan. Terumah es la clave para unir el cielo y la tierra: El proceso de dar es una imitación del flujo del universo. HaShem da sin esperar nada a cambio. Cuando damos de manera altruista, reflejamos Su Luz y abrimos los canales de bendición.

 

De igual manera que la Terumah, El Mishkan es un reflejo del alma y un puente entre los mundos elevados (los cielos) y el mundo material (la tierra). Cada una de las partes de la estructura del Tabernáculo simbolizan distintos niveles del alma y la espiritualidad. Construir y cuidar de estas partes es transformar nuestro ser (cuerpo y alma) en un receptáculo de la Divinidad.

 

Recordemos que HaShem “redujo” Su presencia para manifestarse en un espacio limitado. A veces, la Luz en nuestra vida parece estar oculta, pero en realidad, es un acto de amor divino que nos permite descubrir nuestra propia fuerza. Cuando enfrentamos desafíos, debemos recordar que HaShem ha “contraído” Su Luz para darnos la oportunidad de revelar nuestro máximo potencial. Cuando vivimos con conciencia de que somos un Mishkan en miniatura, comenzamos a manifestar la presencia de HaShem en cada aspecto de nuestra vida. Que podamos construir nuestro santuario interior con amor, humildad y sabiduría, para que la Luz de HaShem ilumine nuestro camino y el de toda la humanidad.

 

 

Shabbat Shalom!!!!

 
 
 

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